17 Ago ¿Qué es una vía ferrata? 

Una vía ferrata es una ruta de escalada que tiene una serie de elementos artificiales fijos que permiten a los escaladores subir por una ruta de roca sin necesidad de tener tanto equipamiento. 

Las vías ferratas suelen estar equipadas con una cuerda de acero que corre a lo largo de toda la ruta y está sujeta a los anclajes fijos en la roca, y así aumentar la seguridad en caso de caída con cables de seguridad. 

Los escaladores pueden usar esta cuerda para sujetarse mientras escalan y para ayudarse a subir y bajar de la vía ferrata.

Las vías ferratas clásicas o deportivas ofrecen a los escaladores una forma de disfrutar de las vistas, atravesar puentes colgantes y la emoción de la escalada sin necesidad de tener tanto equipamiento o experiencia, solamente con los caminos equipados con cables de acero. 

Estas pueden ser muy difíciles de escalar y requieren un cierto nivel de fitness y habilidad. No se recomiendan para los escaladores principiantes o para aquellos que no se sienten cómodos con la escalada en roca. 

Sistemas de graduación vías ferratas 

Existen una serie de sistemas de graduación utilizados para categorizar las dificultades de las vías ferratas, como también existen tipos de vías ferratas. Estos sistemas se utilizan para ayudar a los escaladores a seleccionar una vía ferrata adecuada para su nivel de habilidad y fitness. 

El sistema de graduación más utilizado para las vías ferratas es el sistema de graduación de las vías ferratas de los Alpes (Ferraty Alpejskie) que se divide en seis niveles de dificultad, desde el nivel más fácil (F) hasta el más difícil (A). 

Otro sistema de graduación utilizado es el sistema de graduación de las vías ferratas del Tirol (Tirolska Gradacija Ferrat), que se divide en cinco niveles de dificultad, desde el más fácil (I) hasta el más difícil (V).

Las mejores vías ferratas de España

Aunque España no suele ser el primer país que se nos viene a la mente cuando pensamos en vías ferratas, también es un destino ideal para practicar este deporte. 

Las vías ferratas españolas ofrecen una gran variedad de rutas para todos los niveles, desde fáciles excursiones para principiantes hasta vertiginosas aventuras para escaladores experimentados. A continuación, te presentamos algunas de las mejores vías ferratas de España para que puedas planificar tu próximo viaje de aventura. 

Vía ferrata de Peñón de Ifach, Calpe 

La vía ferrata de Peñón de Ifach es una de las más populares de España y una de las más fáciles de escalar. El sendero comienza en la base del monte y se extiende por una serie de escalones y puentes de cable hasta la cima. El trayecto dura alrededor de 2 horas y es apto para todos los niveles de escalada. Una vez en la cima, podrás disfrutar de unas impresionantes vistas del Mediterráneo y de la costa de Calpe. Si quieres hacer una excursión más larga, también puedes seguir el sendero hasta la cima del Monte Toix, que ofrece una escalada más desafiante. 

Ruta de los cazadores, Girona 

La Ruta de los Cazadores es una de las vías ferratas más largas de España, con una longitud de 9 kilómetros con secciones de cable. El sendero comienza en el pueblo de Camprodon y sube por la montaña hasta llegar a la cima del Puig de Camprodon, a 1.600 metros de altura. La ruta es relativamente fácil y es ideal para caminar en primavera o verano, ya que el sendero está bien señalizado y no es muy empinado. Una vez en la cima, podrás disfrutar de unas impresionantes vistas de los Pirineos. 

Vía ferrata d‘en Beixalís, Lleida 

La vía ferrata d’en Beixalís es una de las más populares de Lleida y una de las más fáciles de escalar. El trayecto dura alrededor de 2 horas y es ideal para todos los niveles. Disfrutar de las vistas de los Pirineos y de la ciudad de Lleida. Si quieres hacer una excursión más larga, también puedes seguir hasta la cima del Monte Perdido.

Vía ferrata de Montserrat, Barcelona 

La vía ferrata de Montserrat es una de las más conocidas de Barcelona. El trayecto dura alrededor de 3 horas y es apto para todos los niveles de escalada. Una vez en la cima, podrás disfrutar de unas impresionantes vistas de la ciudad de Barcelona y de la costa de la ciudad. Si quieres hacer una excursión de más duración, puedes ampliar la ruta y llegar al Tibidabo, que ofrece más dificultad.